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ASANALAB: Guía completa de Postura del Águila (Garudasana)

Actualizado: 23 may

Garudasana, o la postura del águila, es una asana de equilibrio que exige fuerza, enfoque y coordinación.


Su nombre proviene de Garuda, el ave mítica de la tradición hindú, símbolo de agilidad, visión y poder espiritual.

Al entrelazar brazos y piernas, esta postura no solo trabaja el cuerpo de forma integral, sino que también cultiva la atención plena y la presencia.


Practicar Garudasana regularmente mejora el equilibrio, estimula la concentración y fortalece la conexión entre cuerpo y mente, ayudándonos a mantenernos firmes incluso en medio del desafío.


Nivel: Avanzado

Categoría: Equilibrio


Beneficios


  • Estira la parte superior de la espalda, hombros, muñecas, glúteos, piriforme, banda iliotibial (IT), tensor de la fascia lata (TFL), rodillas y tobillos.

    Mejora el equilibrio, la coordinación, el enfoque y la concentración.

  • Fortalece pies, tobillos, piernas, aductores, caderas y el centro del cuerpo.

  • Promueve la rotación interna de las caderas.

  • Mejora el equilibrio, la coordinación, el enfoque y la concentración.


Guía paso a paso


Preparación:

Ponte de pie con los pies separados al ancho de las caderas y los dedos apuntando hacia el frente.


Entrada a la postura:

Flexiona ligeramente las rodillas. Cruza la pierna derecha sobre la izquierda y, si es posible, enrosca el pie derecho detrás de la pantorrilla izquierda. Tu rodilla izquierda debe mirar al frente.

Lleva los brazos hacia los lados, cruza el brazo derecho sobre el izquierdo a la altura de los codos, flexiona ambos y entrelaza los antebrazos, intentando juntar las palmas.


Ajustes:

Desciende un poco más las caderas y eleva los codos a la altura de los hombros o ligeramente por encima para intensificar el estiramiento en la parte alta de la espalda. Relaja el cuello y libera cualquier tensión en los hombros.


Duración:

Permanece en la postura durante 3 a 5 respiraciones profundas y conscientes. Luego repite del otro lado.


Ajustes:

Desciende un poco más las caderas y eleva los codos a la altura de los hombros o ligeramente por encima para intensificar el estiramiento en la parte alta de la espalda. Relaja el cuello y libera cualquier tensión en los hombros.


Modificaciones:

Si no puedes envolver completamente el pie detrás de la pantorrilla, puedes apoyar los dedos del pie en el suelo para mantener el equilibrio.

Si te cuesta entrelazar los brazos, simplemente junta el dorso de las manos.


Contraindicaciones:


  • Evita esta postura si tienes lesiones en los tobillos, rodillas, caderas, muñecas o hombros.



Con esta guía, has aprendido a practicar Garudasana de forma segura, comprendiendo sus beneficios, variaciones y contraindicaciones. Se trata de una postura completa que fortalece, equilibra y enfoca tanto el cuerpo como la mente.


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